Mikael Håfström nos trae a la gran pantalla "Plan de Escape", una película de acción protagonizada nada más y nada menos que por los míticos Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, siendo un lujo verlos actuar y colaborar juntos. El guión, no es ninguna maravilla, aunque están cuidados todos los detalles, la veo original y bien construida. La historia es simple y buena a la vez, contándonos por encima como se quieren quitar del medio al mejor escapista de prisiones del mundo. Cuenta con un ritmo muy bueno de principio a fin, yendo cada vez de menos a más y con una trama sencilla, pero muy bien contada, además cuenta con grandísimas escenas de acción y con muy buenos momentos dentro de La Tumba.
El filme de Hafström no pasará a la historia del cine precisamente por su dirección, ni siquiera por su fotografía, aunque el guión tiene un par de giros interesantes que pese a ser previsibles siempre son agradecidos. Los efectos están bastante bien, el montaje es sobrio, los escenarios son bastante buenos y la música acompaña muy bien cada momento. El final es predecible, pero es el que tiene que ser, además te deja con ganas de más e incluso de una secuela. Es un blockbuster interpretado por las dos estrellas que más películas han llenado en las estanterías de los videoclubs con la etiqueta de “alquilada”. Su escaso interés por vender un producto que haga las delicias de los críticos no está reñido por el gran sentido del entretenimiento rápido que emana por cada uno de sus fotogramas.
Los seguidores de Stallone y Schwarzenegger tendrán la oportunidad de disfrutar de los dos titanes del cine de género compartiendo escenas, repartiendo balazos y llenando la pantalla con lo mejor de sí mismos que es, ni más ni menos, el ser ellos mismos. Jamás conseguirán un Oscar, probablemente nunca los veamos nominados para un Globo de Oro, pero no por ello dejarán de estar en la cumbre de nuestros recuerdos cinematográficos. En un tiempo en el que el cine de entretenimiento más puro y superficial se hacía con más ilusión y mejor gusto que el de ahora, tan escaso de ideas como saturado de fríos efectos digitales.
Las actuaciones son correctas, cuenta con un tremendo reparto. En primer lugar tenemos a Sylvester Stallone, está sensacional, en su línea, es un lujo volverlo a ver en la gran pantalla. Por otro lado tenemos a Arnold Schwarzenegger, da gusto verlo, hace un papel convincente. Por último tenemos a Jim Caviezel y Vinnie Jones que no desentonan en ningún momento. Como secundarios destacaría a Sam Neill y Vincent D'Onofrio, apenas cuentan con minutos pero están pasables. Aunque en sus respectivos papeles daba igual los actores que lo interpretaran ya que no juegan un papel importante en el film.
En definitiva, esta cinta es justo eso, un regreso a la vieja escuela de dos héroes del celuloide en una época en la que sobran los héroes de plástico y pixels, pero que todavía saben hacer vibrar al espectador como siempre lo han hecho. Presenta un ritmo dinámico con momentos de tensión y acción bien planificados, logrando ofrecer lo que se espera de ella, un cine de entretenimiento desenfadado y ligero, en el que Stallone y Schwarzenegger, dejan a la altura del barro a las recientes estrellas del cine de acción y reclaman su trono.