Crítica de SensaCine.com para Bichos: una aventura en miniatura: La cosecha para quien la trabaja

Encajada entre las dos primeras entregas de 'Toy Story', 'Bichos, una aventura en miniatura' ha quedado ensombrecida por el éxito del resto de títulos de Pixar y por la rivalidad con 'Hormigaz' de Dreamworks, otro film animado con los mismos animales como protagonistas que se estrenó simultáneamente.

Una lástima, porque con 'Bichos' Pixar no hizo sino confirmar todas las promesas que se dibujaban en su primer largometraje en una cinta que es mucho más que una versión de 'Los siete samuráis' de Akira Kurosawa protagonizada por insectos. Si en 'Hormigaz' el protagonista al que presta su voz Woody Allen sufre su condición de himenóptero gregario desde el existencialismo, aquí el personaje principal se rebela contra unas condiciones socio-económicas injustas. Así, esta fábula de Esopo queda reconvertida en una lucha de clases contada a los niños que podría haber firmado algún escritor marxista de los años treinta fascinado por el cine soviético.

Más allá de su insólito trasfondo político, en absoluto discursivo, 'Bichos' ostenta todas las cualidades del cine de Pixar: crea un universo de infinitas referencias cuidado hasta el más mínimo de los detalles; es capaz de ofrecer un grupo variado de protagonistas y que todos ellos tengan personalidad y encanto; y el control del ritmo de la narración es magistral y absoluto. Por lo que resulta un goce cinematográfico del primer hasta el último fotograma.

A favor: Todos y cada uno de los integrantes de la troupe circense.

En contra: Que se considere un film menor de Pixar.