Crítica de SensaCine.com para Al límite: El padre justiciero

En los años ochenta, el director neozelandés Martin Campbell, antes de sumarse a la maquinaria de Hollywood para abordar películas como 'GoldenEye' (1995) o 'La máscara del zorro' (1998), durante su etapa de formación en la televisión británica en los años ochenta, se puso detrás de las cámaras para filmar una miniserie titulada 'Edge of Darkness', un tenso, rudo y violento thriller en el que un hombre se entregaba a la empresa de vengar la muerte de su hija al mismo tiempo que investigaba los oscuros acontecimientos, relacionados con el activismo medioambiental, que la habían conducido a su asesinato.

Veinte años más tarde, el mismo director aborda la empresa de convertir en película la serie de televisión a partir de la que comenzó a sentar su prestigio. El resultado es un estimulante thriller, protagonizado por un estupendo Mel Gibson, que contiene toda la rabia del original, esa mezcla kamikaze entre dolor e impotencia que convierten a un tipo normal en una máquina sanguinaria de venganza. Una película dotada de un excelente pulso narrativo, firme y consistente y una dirección tosca y eficaz, punteada de excelentes momentos y personajes sombríos que nos descubren los pliegues más oscuros, pero también más humanos del ser humano.

A favor: El personaje de Ray Winstone.

En contra: El personaje de Danny Huston, demasiado obvio.