El escritor veterano en televisión William M. Finkelstein realiza por primera vez un guión para la gran pantalla.
En las escenas en las que aparece Nicolas Cage consumiendo cocaína, realmente lo que esnifa es polvos de talco.
En 1992 se estrenó otra película con el mismo nombre dirigida por Abel Ferrara. A pesar de ello, la película protagonizada por Cage no es un remake de la anterior.