Aunque no se menciona en la película, el terrorista también pidió la liberación de Andreas Baader y Ulrike Meinhof, fundadores de la Fracción del Ejército Rojo alemán, quienes se encontraban en una prisión en Alemania.
En la noche en que fueron tomados como rehenes, los israelitas asistieron a una representación local de la obra "El violinista en el tejado".