Caballeros, Princesas y otras Bestias (2011) es una película realmente floja, no esperábamos verla salir en cine, sino más bien en TDT. A pesar de un reparto muy tentador (entre los que encontramos a James Franco, Natalie Portman, Toby Jones, Zooey Deschanel, Damian Lewis y Charles Dance), hay que reconocer que no se entiende realmente qué hacen ahí tales actores (especialmente Natalie Portman, quien recibió un Oscar hace poco). Se sitúa en una época medieval (mezclada también con una historia fantástico-heroica) todavía más débil y salaz de lo que podía haber sido Año Uno (2009), o incluso Aprendiz de Caballero (2007). La película alcanza el máximo apogeo en materia de estupideces, con un argumento que recoge de forma exagerada bromas escatológicas y sexuales (así como la pedofilia y la zoofilia). Es terrible llegar hasta ese punto, y con un presupuesto de 50 millones de dólares, llega a ser lamentable verlos despilfarrar tanto dinero para un resultado tan horrible y tan malo (y con un reparto como el que tiene, teníamos derecho a esperar de todo menos esto). De una vulgaridad a toda prueba, estamos realmente ante el género de películas que os hace todavía más idiotas de lo que erais antes de empezar a verla. Lo que es aún más frustrante es que David Gordon Green nos había seducido con su comedia totalmente chiflada, Superfumados (2008), y verle hoy con esta película le hace descender algunos puestos en nuestra escala. Es verdaderamente lamentable.