Tiendo a ser benévola con este tipo de películas por el esfuerzo que supone su realización; cuenta con una bajo presupuesto, recursos limitados y mucha habilidad e ingenio para llevar a cabo sus intenciones, para finalizar y lograr poner en circulación ese proyecto por el que tanto han luchado. En este caso, ni siquiera éso sirve de excusa porque, la verdad, cuando no hay mucho que decir es hablar por rellenar!!! El guión es muy previsible, fácil anticipar su recorrido, violencia casi gratuita donde apenas cuida el motivo que provoca su explosión, el por qué de sus estallido; personajes cliché, nada cuidados y cuyas actuaciones son bastante pobres, de nivel muy bajo. En general, todo el trabajo no supera una media aceptable, su atractivo es muy escaso y no tiene más aliciente que su lugar de procedencia y los medios con los que cuenta, la voluntad de un principiante director que cree en el mismo; aunque, dejando la benevolencia a un lado, no es un buen ejemplo del mejor cine que puede hacer Canadá ni allegados ni tampoco, me gusta pensar, Kim Chapiron.Típica película adolescente sobre la vida en un correccional; buena forma de coger experiencia para su novato director. Poco más.