Gran parte de los integrantes del reparto del filme eran internos de verdad, y muchos de ellos están de vuelta en la cárcel.
La perrera es un remake del filme Escoria.
Kim Chapiron, director del filme, quería dar forma a este proyecto por tres razones: en primer lugar, para proporcionar una representación del mundo penitenciario, en segundo lugar, para ser capaz de convertir a América y, finalmente, para hacer frente a un universo completamente distinto del de Sheitan, su película anterior.