En los años 50, el actor y director Orson Welles se destapó como un gran admirador de los paisajes y costumbres de España. Motivado por su sentido de la estética, grabó, cámara en mano, imágenes de los cuadros de Goya, intercalándolas con escenas cotidianas de la Feria de Abril de Sevilla, las procesiones y los toros. Más de medio siglo después, salen a la luz dichas grabaciones, un legado histórico que retrata una época y muestra los paralelismos entre dos genios de la cultura universal.
"Orson Welles y Goya" es un documental que establece paralelismos entre las inquietudes de dos genios atemporales: el pintor Francisco de Goya y el cineasta Orson Welles. Las imágenes que vertebran la película están consideradas como una joya, no sólo por su cuidada belleza, sino porque forman parte del material inédito que Welles rodó en nuestro país mientras seguía la temporada taurina de su amigo Antonio Ordóñez. El ojo del cineasta muestra escenas costumbristas de las fiestas y la vida cotidiana, no exentas de tópicos, pero también cuadros del pintor aragonés, del que se confiesa ferviente admirador. Todo ello conforma una mirada diferente de España durante unos años de oscurantismo político y social.
El encargado de dirigir este proyecto ha sido un español, Emilio Ruiz Barrachina, poeta y novelista comprometido con el arte que ya dio muestras de su saber hacer en el documental "Lorca. El mar deja de moverse". "Orson Welles y Goya" ha sido proyectada en escenarios tan prestigiosos como el Instituto Cervantes o el Festival de Cine de Montreal.