El actor es la estrella
por Beatriz MartínezDe una manera u otra, la historia que nos cuenta 'Corazón rebelde' la hemos visto o leído antes. También conocemos en mayor o en menor medida a sus personajes. La historia de un cantante country, Bad Blake (Jeff Bridges), que acumula fracasos y tragos de alcohol y ve cómo se abre de nuevo una puerta hacia la esperanza, funciona gracias a que su director y guionista, Scott Cooper, entiende que debe dejar a Bridges la libertad suficiente no solo para construir el personaje, y también asume que dicha construcción es la que debe dar sentido a la película. Es decir, 'Corazón rebelde' vale lo que vale su actuación. Sería injusto no señalar la correcta dirección de Cooper, anodina pero para nada molesta, y la férrea estructuración de un guion casi de manual, dos elementos que permiten que la película esté perfectamente orquestada pero visualmente constreñida, tan solo avivada por un Bridges pletórico. Una vez más, una película que hace que podamos plantearnos hasta qué punto ciertos actores acaban imponiéndose para ser ellos los autores, de alguna manera, de las películas y no tanto, o no solo, quienes las escriben o dirigen.
A favor: Evidentemente, Jeff Bridges.
En contra: La historia, que ya nos la sabemos demasiado bien.