Esta película es un remake de Suspiria, el clásico del terror dirigido por Dario Argento en 1977.
El líder del grupo Radiohead, Thom Yorke, es el encargado de la banda sonora del filme. Este supone su debut como compositor cinematográfico.
Después de ver esta película, el director Quentin Tarantino lloró emocionado. Según explica Luca Guadagnino: “La vimos en su casa y su reacción me enterneció. Fue muy entusiasta y al final estaba llorando y me abrazó”.
La actriz Jessica Harper, protagonista de la película original, también participa en este remake interpretando el personaje de Anke.
La danza moderna tiene mucha más presencia en la trama de este remake que en la Suspiria de 1977, a pesar de que ambos filmes están ambientados en una academia de baile.
Dakota Johnson interpreta en esta película a una joven bailarina. La actriz completó 2 años clases de ballet, lo que le sirvió de buena preparación para su papel en esta película.
A diferencia de la película original, que utiliza colores llamativos como rojos, verdes o azules, Guadagnino ha concebido su versión de Suspiria como invernal y sombría, sin colores primarios.
La película original transcurría en Friburgo, la decadente ciudad de la Selva Negra que escogió Argento. En esta ocasión, el filme transcurre en el Berlín de 1977.
Esta nueva versión de Suspiria dura 2 horas y 32 minutos, casi una hora más que la original, ya que el filme de Dario Argento duraba 1 hora y 38 minutos.
La película participó en el Festival de Venecia de 2018.