Crítica de SensaCine.com para Donnie Brasco: Infiltrados

Que Mike Newell dirigiera 'Donnie Brasco' tras 'Cuatro bodas y un funeral' parece casi insólito. Si la comedia supuso aire fresco para el género en el cine británico, en su primera película norteamericana, aborda un drama mafioso basado en la experiencia real de un agente del F.B.I., interpretado soberbiamente por Johnny Depp, que se introdujo en un grupo mafioso, intimando con uno de ellos, interpretado también con excelencia por Al Pacino, más de lo conveniente.

Newell, arropado por un buen guion de Paul Attanasio, consigue reconstruir la época de manera excelente y narrar la historia con ritmo pausado y reflexivo atendiendo a los personajes y a la relación entre ellos. Lo más llamativo es cómo el tema gangsteril acaba derivando en un auténtico drama, intenso, humano, con una resolución final enorme.

Newell se olvida de todo referente anterior para llevar a cabo una película personal en su puesta en escena, que sin ser demasiado llamativa resulta admirable en su contención y buen ritmo.

A favor: Los actores y la progresión dramática.

En contra: Que debe competir con una larga tradición del género.