Empezar diciendo que Scorsese a vuelto a hacer a otra obra maestra quizás sea tirar la casa por la ventana desde el principio pero hay que empezar diciendo algo. El hype por esta película viene por ser el cierre de su filmografía de gánsters. Casi se puede decir que ha creado un género propio, exagero, pero su propia interpretación ha ganado tanta fuerza que es ya una propia escisión del genero con películas excelentes como malas calles, Uno de los nuestros, casino. Pero, ¿por qué hablo de cerrarla?
El irlandés, enfoca a los gánster desde otra perspectiva. Decide, sobre todo en sus últimos compases, centrarse en el declive de estos gánsters, desmitificando cualquier tipo e gloria para mostrar que los actos tienen consecuencias. Esta reflexión de si mismo se deja ver en tributos como la aparición del Copacabana, las armas ordenadas como en taxi driver. Esto lleva a denominarla como crepuscular, como en los western. Es el estadio final de un genero antes de morir o dejar de ser relevante. Aquí, yo todo lo sintetizó con Scorsese pero podemos generalizarlo a otras películas coetáneas del género como Scarface o el padrino.
La película se estructura en tres partes bastante bien marcadas. La primera hora es puro Scorsese con su estilo característico: voz en off, planos secuencias, ritmo frenético con grandes asesinados, o los título de como murió de cada gánster que parece en pantalla...
En la segunda parte, el ritmo se relaja para contar una historia distinta, donde priman las conversaciones. La última media hora es completamente distinta. Vemos el final de cada uno de los gánsters y en concreto de la vejez de nuestro protagonista. Con esto, Scorsese reflexiona sobre el género y a la vez sobre sus propias películas. Las mira con un punto crítico, quitando todo elegancia y mostrando las consecuencia de los actos de ser un mafioso.
Robert de Niro, Al Pacino están increíbles, como desde hace muchos años, pero Joe Pesci esta soberbio, en otro nivel. No le hace falta hablar, sus miradas o su cadencia al hablar lo dicen todo. Las grandes interpretaciones se deben también al guión lapidario de Steven Zailliandan que le da una fuerza a los diálogos impresionante. Todo esto se da por sentado, igual que la dirección o la fotografía, que en este caso es más sombría que en otras, pero se construye Scorsese las construye de la nada. Otro apartado más sutil y que no destaca pese a tener una tarea muy compleja, es el montaje de la mano de Thelma Schoonmaker. Digo complejo porque la película salta continuamente entre flashbacks y la capacidad de colocarlo todo de forma que quede claro es difícil. Es un montaje clásico por lo que es lógico que no se deje ver demasiado.
El relato que se cuenta va más allá de la historia de Jimmy Hoffa, si no que cuenta parte de la historia de Estados Unidos. Esta forma de englobarlo todo para darle un tono de transcendencia me parece original en el cine de Scorsese porque sigue los grandes momentos de la América de la segunda mitad del siglo XX. Todo esto se lleva con el recurso que menos me gusta del director, la voz en off. Lo normal es decir que es un recurso barato para cuando los directores no saben narrar con imágenes. Pero aquí sería un insulto, porque si sabe y porque se que es marca de la casa. La usa bastante pero como base para impulsar la historia, sin sobre explicar conceptos. Esta voz en off le da un punto casi documental antológico, lo que le da una transcendencia mayor a la película.
Cada minuto de la película es completamente necesario para la historia que se cuenta. Que la historia se alargue durante la segunda mitad de siglo es importante para reflejar el paso de la vida y lo insignificante que al final somos. Este es de los temas más importantes de la película y para ello necesita el comentado CGI. Por supuesto que queda raro e incluso grotesco. Los primeros minutos se nota pero al final, yo al menos, lo compró porque como en cualquier buena película se puede dejar a un lado, para meterse en la película. No quiero decir que no quede un poco chapuza, y que haya momentos de joven donde la actuación física se nota que no es tal pero si entras en la película es muy secundario. Lo importante aquí no es que se dejen la pasta en rejuvenecer a los personajes, si no el por qué se hace, el sentido que le da a la película. Y es vehicular, no solo por la conexión emocional con el mismo actor, si no también para mostrar el paso del tiempo.
Nadie va a hacer películas, sean de gánster o no, como Martin Scorsese. No será la mejor necesariamente ni la última, esperemos, pero huele a última película. Esta tan contenida, tiene una madurez tal y la confianza de un maestro detrás que simplemente puedo engrandecer a la obra. No puedo ver el futuro pero es una película que perdurará en el tiempo. Se ve en sus diálogos que son muy parafraseables. Esto es relevante porque la película podría tener fuerza solo por quién la firma, y yo no puedo dejar de verla así, pero tiene valores propios que una persona podrá valorar sin tener que conocer al autor.