Simple, pero bien lograda. El tema del cáncer es una de las tramas más usadas en el cine pero es, principalmente en esta película, el carácter del personaje principal lo que hace una mirada positiva a una enfermedad siempre tratada con sinónimos tales como la devastación y la destrucción moral y psíquica del ser. Es un pedacito de esperanza para todos aquellos que la vean pues saber que se basa en una historia real de superación en vez de torturarte viendo decaer a personas tal y como se suele ver en filmes sobre estas características (claros ejemplos, "La habitación de Marvin", "Camino" o "Quédate a mi lado". El realismo de "50/50" también la alza positivamente sin caer en exageraciones ni señales de sobreactuación (exceptuando mínimamente el personaje de Seth Rogen). Joseph Gordon Levitt hace la mejor interpretación de su carrera hasta el momento rodeándose de mucha profundidad y, aunque no sea un papel desbordador ni icónico, hace una de las mejores actuaciones masculinas del año. Bryce Dallas Howard está muy correcta, pero tampoco puede sobresalirse con un papel tan simple como el que desempeñó, además de triunfar el mismo año por un personaje mucho mejor interpretado en "Criadas y señoras". Seth Rogen pone el punto de comedia en la película que, a pesar de parecer algo forzada, su personaje es creíble totalmente por la naturalidad y "buen rollo" que desprende el actor. Anna Kendriks hace un buen trabajo llevando a cabo un personaje muy personal y seguro. Y para acabar con el reparto, Anjelica Huston está correcta en el papel de madre conservadora, protectora e interiormente hundida que, si le hubieran dado más minutos, hubiese sido una fuerte candidata para los premios cinematográficos. Un guión correcto, tampoco sobresaliente, que hace más por los silencios que por las palabras. En resumen, entretenimiento de tirada adolescente más que adulta.
NOTA: 8/10