Nostalgia sin diversión
por Virginia MontesEl género de aventuras y piratas se encontraba parcialmente olvidado hasta que Renny Harlin tuvo la brillante idea de que podía resucitarse. Quizás no era el momento, porque fue uno de los fracasos comerciales de los años noventa, y hundió la carrera de su director y de sus dos actores protagonistas, Geena Davis y Matthew Modine. Es curioso que años más tarde, el productor Jerry Bruckheimer sí diera con la fórmula de entretenimiento perfecto dentro del género con la saga 'Piratas del Caribe'. Pero eso es otra historia.
La de 'La isla de las cabezas cortadas' es la crónica de una muerte anunciada. En realidad pretendía ser un homenaje a las cintas clásicas, y tenía cierto aroma, es cierto, pero al mismo tiempo, también intentaba acercarse al estilo rudo y poco sutil de su director, mediante una acción poco sofisticada, y lo que es peor, con un guion muy poco atractivo. Un rodaje lleno de problemas fue la gota que colmó el vaso.
Poco podían hacer en ese desaguisado Geenna Davis y Mathew Modine, que en realidad, resultaban lo mejor de un conjunto carente de interés, de diversión y de nostalgia.
A favor: Los actores.
En contra: Que nada funciona.