La película fue grabada con cámaras de 35 milímetros, que no podían capturar sonido. Todo el diálogo y el sonido de fondo fue doblado en post-producción.
Eddie Manson, un profesional de la armónica, interpretó la música de fondo.
La cinta influyó bastante en el estilo cinematográfico 'New Wave' francés que se desarrolló entre 1950 y 1960.