Crítica de SensaCine.com para Heat: Choque de Titanes

Con este ambicioso y estilizado thriller policiaco-criminal (que, si los personajes cantaran, bien podría ser una ópera), el cineasta Michael Mann delimitó la altura del listón contra la que se tendrían que medir el resto de incorporaciones al género durante los lustros siguientes. El colosal despliegue de medios y la convocatoria de profesionales en la cima de sus respectivos campos (Dante Spinotti para la fotografía, Elliot Goldenthal en una banda sonora omnipresente y latente) se sintetiza en la auténtica lucha de titanes que supuso contratar a Al Pacino y Robert De Niro para interpretar el juego del gato y el ratón que sirve de núcleo al argumento.

Pacino incorpora con pasión y expresividad el rol de policía absorbido por el trabajo, mientras De Niro hace un ejercicio de contención y frialdad marmórea, muy adecuado para su experto ladrón profesional, dispuesto a dejar atrás todo en un máximo de 10 segundos para poder seguir volando libre. A su alrededor, un plantel inagotable de secundarios (Val Kilmer, Tom Sizemore, Jon Voight, Ashley Judd, Dennis Haysbert...) no tan importantes como Los Ángeles, la gran metrópolis plana y salpicada de rascacielos que sirve como mudo y luminoso escenario a una supuesta lucha entre el bien y el mal completamente devorada por las sombras.

A favor: La secuencia de tiroteo central sigue sin haber sido superada por Hollywood.

En contra: ¿Por qué está el personaje de Danny Trejo tan desaprovechado?