El insufrible castor
por Carlos ReviriegoMarido y ejecutivo en profunda depresión, después de un intento de suicidio, adopta una marioneta de castor como único vehículo para comunicarse. La premisa/sinopsis es para echar a correr, a no ser que la película la protagonice alguien como Bill Murray y la dirija alguien como Wes Anderson. Pero no es el caso. Delante está Mel Gibson y detrás (aunque también delante) está Jodie Foster, en su tercer largometaje como directora. Tanto la guionista Kyle Jillen como la directora tienen grandes problemas para encontrar un tono consistente, y desde el momento en que la premisa queda propulsada, el film se abandona a la esquizofrenia de no saber si debe encarrirlarse hacia el drama familiar o hacia el torturado retrato psicológico o hacia la comedia excéntrica. Podremos reirnos de vez en cuando "con" o "de" la esforzada interpretación de Mel Gibson en una de las más ridículas interpretaciones del año junto a la de Sean Penn en 'Un lugar donde quedarse', pero la plana dirección y la irrelevancia de la subtrama principal –el romance entre Porter y Norah–convierten el aliento sin duda paródico del filme en un maratón de automatismos, a ratos disfrutable, a ratos irritante.
A favor: El trío sexual con la participacion de un peluche.
En contra: El filme desaprovecha la ambigüedad de un protagonista atrapado entre su tragedia y su absurdo.