La secuela de la asombrosa Happy Feet expande más la historia de esta saga centrándose en el calentamiento global, manteniendo algunos de los aspectos que hacen de la primera película una obra maestra. Lamentablemente, la película llega a quedarse algo corta en comparación con su predecesora. Para empezar, mantiene el espectacular CGI y una banda sonora exquisita. Las nuevas canciones logran ser tan estimulantes como las de la película anterior y la partitura de John Powell llega a participar más. El único inconveniente es que no hay tantas canciones como en la primera película. Gran parte de las voces originales regresan, aunque la historia se centra más en el pequeño Erik y sus amigos. Mumble y los demás personajes a penas tiene relevancia. Los padres de Mumble ya dejan de tener participación incluso. Entre los nuevos personajes y sus actores de voz se destacan Hank Azaria (Homero Simpson) como Sven que la verdad es un divertido personaje. Luego tenemos a Carmen, interpretada por Sofia Vergara, que se vuelve el interés romántico de Ramon, pero mucho no aporta. También se suma el duo Matt Damon y Brad Pitt dándole voz a los krills Bill y Will, que están para ser un alivio cómico. No hay que olvidar la introducción de Erik, el hijo de Mumble y Gloria. Los actores de voz de la película anterior siguen manteniéndose fieles a sus personajes. Incluso Gloria, ya que Pink es quien la interpreta debido a que Brittany había fallecido. Aun así, Pink en el papel de Gloria suma bastante porque es una gran artista musical y logra mantener la esencia del personaje. Además, Gloria sigue siendo una waifu deseable y hasta en esta película es ahora una MILF. Gloria es una buena excusa para ver esta película en ese sentido. Aparte de ella, también tenemos a Common remplazando a Fat Joe como Seymor y la verdad es que Common también logra mantener la personalidad de Seymor. Como en la película anterior, aquí también existe un mensaje medioambiental por el tema del derretimiento de los polos y siendo realistas, los mensajes medioambientales funcionan muy bien en el universo de Happy Feet, ya que se aferran bastante a la realidad. De todos sus aspectos técnicos, la película es asombrosa. Lo único negativo que se puede ver en esta película es su guion, puesto que no se siente tan emotivo y fuerte como en la película anterior. Tiene puntos positivos respecto a los valores que trata de transmitir, pero por la forma en que la trama fue ejecutada, la película llega a sentirse débil con cosas que se tendrían que haber aprovechado a lo máximo. No es una mala película realmente (el que piense eso, no entiende nada de cine), simplemente es una secuela que, como muchas, no puede alcanzar la magnificencia de su predecesora. Ambas películas son buenas, pero cuando son comparadas, evidentemente la primera llega a ser más magistral y sustancial en cuanto guion, mientras la segunda se siente débil, genérica y carente de más elementos que la pudieron haber hecho una digna secuela. Debido a eso, Happy Feet Two acaba siendo una secuela innecesaria e inferior a la primera Happy Feet. Tristemente, esta película acabo siendo el final de la saga, ya que debido a su fracaso, no llego a haber una tercera película que al menos podría haber convertido a Happy Feet en una trilogía. Incluso George Miller no pareció estar contento, ya que dijo que no se atrevería a hacer una tercera película, al menos que se le ocurra algo bueno o si tiene el deseo. Para concluir, Happy Feet Two funciona como una película animada cualquiera, pero como secuela es poco prometedora. Mi calificación final para esta película es un 8/10.