Gloria se siente tocada por los dedos de Dios. Se mete a monja. Abandona su ganadería andaluza y entra en un alegre convento sevillano. Pero Allá arriba, muy por encima de la Giralda, han dispuesto las cosas de manera distinta, aunque de momento "dejan hacer" a Gloria. Trasladada a un sanatorio granadino, para cumplir las prácticas de su noviciado, choca, desde un principio, con el joven director médico del centro, Ceferino. Del trato continuo entre ambos nacerá un sentimiento nuevo y nuestra novicia rebelde acabará huyendo. Pero Allá Arriba, donde a veces escriben, a propósito, con renglones torcidos hacen que Gloria y Ceferino encuentren su camino derecho y se casen.