Crítica de SensaCine.com para ¿Cómo sabes si...?: Amor y puntos suspensivos

James L. Brooks, artífice oscarizado de La fuerza del cariño y Mejor... imposible y coproductor de Los Simpsons, propone su particular y actualizada versión de "screwball comedy" que poco tiene que ver con clásicos del género como La fiera de mi niña o La costilla de Adán. Como en aquellas, sí que destaca la incontinencia verbal de sus personajes y los enredos románticos que vienen y van, por azar o iniciativa y, quizás sea también una casualidad que dos de los personajes sean jugadores profesionales de béisbol (Owen Wilson y Reese Witherspoon). En origen el concepto "screwball" se tomó de un golpe específico de este deporte en el que la pelota adquiría una trayectoria zigzagueante.

El otro vértice del triángulo lo completa un ejecutivo en crisis (Paul Rudd). Situaciones inesperadas y surrealistas irán cruzándolos y alejándolos y entre medias, cada uno tratará de identificar sus sentimientos y sus metas en una etapa en la que el amor había quedado relegado a un segundo plano, tapado por la ambición profesional. La irregularidad que la trama principal muestra a partir de su mitad se compensa por la inclusión de secundarios con bastante fuerza, bien por su veteranía y peso en pantalla (Jack Nicholson), bien por la relevancia de su rol en el conjunto, aunque sea soterrada (Kathryn Hahn).

A favor: En general, es ágil y divertida. En particular, su arranque deportivo, el conserje del hotel y la secretaria interpretada por Kathryn Hahn.

En contra: A partir de su ecuador se hace algo redundante y estirada. Falta química en el trío protagónico.