Lo que necesitas es un gorro

A la salida de un cine, Víctor siente que su vida no tiene sentido, deambula por la ciudad desolada; el "sinsentido" de la vida habita en su interior. Durante los siguientes días llama a una central lechera de Madrid de la que es becario, le dan largas con el tema de las vacas locas. Habla, pasea y toma cafés con su amigo Caliche. Un buen día aburrido del ritmo de la ciudad se va al campo con una minúscula tienda de campaña. Poco a poco se va volviendo loco de remate. Su amigo Caliche le visita, le lleva comida y conversación. Un buen día Caliche encuentra una maniquí en el río y se la lleva a Víctor para que no hable solo. Hastiado también del campo Víctor decide regresar a la ciudad pero sufre un accidente y pierde un ojo. Con el dinero del seguro Víctor monta una carnicería moderna y contrata a su amigo Caliche. La carnicería va viento en popa y Víctor es feliz.