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    Jack el Caza Gigantes
    Críticas
    2,5
    Regular
    Jack el Caza Gigantes

    ¿Dónde está Bryan Singer?

    por Paula Arantzazu Ruiz

    La coincidencia en cartelera de dos películas tan similares y tan distintas como Oz: Un mundo de fantasía (Oz: The Great and Powerful), de Sam Raimi, y este Jack el Caza Gigantes (Jack the Giant Slayer), de Bryan Singer, es un feliz y muy agradable acontecimiento. No es que la abajo firmante sea fan acérrima de las adaptaciones a la gran pantalla de los cuentos de hadas; sin embargo la comparación entre una y otra película sirve para acercarse a esta tendencia de reescribir los cuentos de hadas a partir de lo digital desde dos posiciones dispares y, como apuntaba más arriba, a la vez muy parecidas.

    Primero, los dos trabajos funcionan como elogio de la fantasía digital al empujar hacia sus límites la paleta píxel: Raimi llenando la pantalla de colores y formas inéditas en un ejercicio de absoluto horror vacui; Singer, buscando en la verticalidad y en los juegos de escala las fronteras de la tecnología estereoscópica digital. Uno peca de barroco, en mi opinión; el otro, por el contrario, comete el exceso de no excederse. Y si la precuela de El mago de Oz de Raimi se ha convertido, según las primeras cifras iniciales- en uno de los estrenos más jugosos del año, la versión de Las habichuelas mágicas de Singer ha sufrido el rechazo del público y ya es tildado del John Carter de 2013 por la poca recaudación que tuvo en su primer fin de semana de estreno. Tan lejos, tan cerca.

    Si bien es cierto que en Oz: Un mundo fantástico la rúbrica de Raimi está algo desdibujada. No obstante, y continuando con la ¿odiosa? comparación, en Jack El Caza Gigantes Bryan Singer está completamente desaparecido. ¿Dónde se encuentra el buen pulso del director de Sospechosos habituales? ¿Demasiado ocupado pensando en X-Men: Días del futuro pasado? Entre sus grandes fallos de dirección, la película se demora demasiado en el arranque -durante los preámbulos sobre la infancia de Jack y la princesa-, algo que sin duda lastra la paciencia del público y que sin lugar a dudas ha dejado de lado al target a quien va dirigido el filme: el infantil. En este sentido, y como sucedía en la cinta de Raimi, da la sensación de que los estudios tiene muchas ganas de llegar al máximo público posible pero poca imaginación para hacerlo con éxito. La sabiduría popular nos recuerda que quien mucho abarca...

    A su favor, cabe señalar el buen ojo a la hora de pensar en Nicolas Hoult para el papel del basto pero encantador y ávido Jack: su presencia grande, algo torpona y especialmente cándida resulta adecuadísima. Por su parte, Ewan McGregor brilla como deslenguado y divertido secundario y Stanley Tucci aparece como el malvado perfecto, aunque sus vivaces interpretaciones no consiguen desplegar las alas necesarias para que la película tome vuelo y sobrepase el universo celestial de los gigantes a los que Jack ha de dar caza. ¿Dónde quedó el entusiasmo, las ganas de hacer cine o el riesgo por darle un twist distinto a uno de los cuentos de nuestra infancia? Está claro que todas esas emociones están en Jack El Caza Gigantes fuera de plano.

    A favor: Nicolas Hoult.

    En contra: Que Bryan Singer esté desaparecido.

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