Los muertos
por Miguel BlancoYôjirô Takita se pasó media vida dirigiendo películas de explotación de bajo presupuesto. Primero de cine erótico y luego del género yakuza. Hacia finales de los 90 consiguió entrar en el restrictivo mercado de directores de serie A japonés. Hizo películas de todo tipo, desde melodramas a películas de samuráis y fue finalmente en 2008 cuando consiguió el éxito de su vida con 'Despedidas', con la que logró el reconocimiento internacional, coronado con el Oscar de Hollywood a Mejor película de habla no inglesa.
Quizás la película de Takita no era para tanto, un melodrama japonés al uso, con toda una serie de relaciones familiares muy vistas. Y siempre recurriendo a esa especial sensibilidad de los japoneses, coronada aquí con una escena pasada de vueltas: la expresión artística del protagonista, tocando el chelo ante un acantilado. Pese a que la película quiere apostar por la sobriedad, al final termina dejándose llevar por el gigantismo dramático, por los excesos, cuando una película sobre enterradores debería consistir mayormente en silencios, en escenas sobrias. Le pierde, por tanto, su deseo de querer abrumar al espectador con escenas de gran calado, en lugar de dejar que la película crezca progresivamente.
A favor: La idea de la película, un hombre que deja la música para convertirse en enterrador, es metafóricamente aterradora.
En contra: Que termine siendo un lastimoso ejercicio de pornografía sentimental.