La paz de los moradores de un pequeño poblado mexicano se ve turbada por las expoliaciones de las que son objeto por parte de Jefferson, un hombre ambicioso y cruel, quien secundado por un nutrido grupo de pistoleros a sueldo, arrebata, saquea y destruye cuanto se opone a su tiranía y ansia de poder. Asesina a Bill Ross, defensor de los derechos mexicanos y la noticia llega a conocimiento de su hermano Stan, que decidido a vengar su muerte, abandona su vida de aventuras y se dedica a hacer justicia. En constante peligro de que se descubra su identidad, Stan llega a infiltrarse entre los culpables de la muerte de su hermano. A partir de este momento, Jefferson y sus secuaces empiezan a ver con creciente temor como se derrumban sus proyectos de denominación, cayendo los forajidos "uno después de otro" sin sospechar de quien es la mano que está administrando justicia.