Martin (Luis Peña) y Antoine (Joaquín Navales) son dos ladrones que simpatizan con el partido comunista llegados de Toulouse. Su objetivo al llegar a España es organizar una banda de atracadores profesionales. Cuando llegan a Barcelona y consiguen asentarse, su primer movimiento es buscar a un viejo compañero, Román Campos (José Suárez), con el fin de organizar golpes de una importancia mayor a los que venían dando.
El primer gran golpe del grupo será el asalto de una sucursal bancaria en pleno día con el objetivo de recaudar una gran cantidad de dinero que les permita seguir adelante con su organización. Después de varios golpes exitosos y de la muerte de dos de los integrantes, Román y Martin están rodeados por la policía encerrados en un apartamento. Los rencores pasados entre ambos aflorarán haciendo que el único final posible sea la muerte de uno de los dos.
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