El cineasta argentino Ulises de la Orden realiza un viaje a su propia historia familiar para descubrir qué pasó con la tierra de los Andes y la cultura del cultivo de la caña de azúcar. A través del tren, del autostop, a pie o a lomo de burro, si es necesario, se exploran paisajes exóticos que han sido destruidos por la industria. También se hace un retrato de las gentes que viven en las comunidades Kollas, quizá la única memoria viva de un tiempo de explotación laboral que parecía olvidado.