Sueño y realidad
por Virginia MontesEntre sus proyectos alrededor de la figura de Batman, Christopher Nolan dirigió 'Origen', un guion en el que al parecer llevaba diez años trabajando sin encontrar la manera de poder llevarlo a pantalla. En 'Origen', Nolan plantea una thriller de ciencia ficción acerca de los sueños y de la mente como vehículo para trabajar varias capas narrativas sobrepuestas así como para introducir, de manera quizá tan sutil que puede pasar inadvertido, un comentario sobre el peligro de la introducción de ideas únicas en la mente con una clara visión política acerca de las corporaciones (de ahí que su título original, 'Inception', sea mucho más elocuente a este respecto que 'Origen').
'Origen' resulta una película tan espectacular y brillante como excesiva y ambiciosa. Nolan nos entrega un sinfín de imágenes impactantes, aunque también es capaz, en el último sueño, en la nieve, de romper la estética visual que había trabajado durante toda la película y afearla sin motivo alguno. No cabe duda de que hoy por hoy, aunque siendo fácilmente atacable, Nolan es un cineasta atento a la puesta en escena, al sentido que tiene cada imagen. Otra cosa es que su desmesurada ambición acabe ocasionando que sus películas estén demasiado pagadas de sí mismas. En 'Origen' sucede en cierto modo esto último. Y trastoca una película diferente y arrolladora en su concepción visual y en sus planteamientos narrativos, mucho más interesantes según se vuelve a 'Origen' que en un primer visionado.
A favor: La concepción visual de Nolan, los actores en general y la banda sonora de Hans Zimmer.
En contra: Que le falta una cierta modestia para hacerla más cercana al espectador.