Durante más de seis meses, el realizador Mauro Andrizzi investigó en Internet y bajó todo el material que encontró referido a la invasión británico–estadounidense a Irak: películas caseras de ambos bandos en pugna, filmadas con pequeñas cámaras digitales o incluso teléfonos celulares. Una seleccion de ese enorme volumen de material da una idea de la importancia de las imágenes clandestinas en una guerra que no parece tener fin.