Si adaptar al cine un relato procedente de otro soporte narrativo es complicado, el cómic a veces lo es aún más. Sus claves visuales, su estética (que le debe mucho a 'Blade Runner', pero desde la discreción más absoluta), su colorido, iluminación y carácter propio marcan una frontera que, o se traspasa o no. Uno puede hacer una libérrima interpretación, como me pareció a mí 'Constantine' o ceñirse mucho al canon, como en '300' (y excesivamente, como en 'Watchmen'). Cada uno de esos acercamientos tiene sus pros y contras, y no hay una fórmula de éxito que siempre funcione. Depende, más bien, del tono que pida cada historia. Lo que yo me pregunto es: ¿captar el tono y llevarlo a la pantalla basta?
'El sicario de Dios' narra un relato postapocalíptico desde una marcada estética de Western y comienza con una corta pieza de animación para explicarte el porqué del trasfondo. Por experiencia sé que cuando una película empieza así es que carece de los recursos argumentales para descubrirte sus secretos desde el desarrollo propio de la historia. Mala señal. El mundo lleva toda la vida contemplando una lucha entre los vampiros y los humanos. Las batallas se han sucedido a lo largo de los siglos hasta que la civilización se ha recluido tras unas ciudades amuralladas, dejando tras de sí un erial de desolación y colmenas vampíricas que se elevan como montañas. La Iglesia, única institución que protege al hombre, ha entrenado a sus Sacerdotes en el arte del combate para dar caza a estos seres y proteger a la humanidad.
Tras esta sencilla premisa arranca una historia bien equilibrada en su ritmo, pero que enseguida demuestra las carencias de su guión, tanto en el discurso de algunos de sus personajes como en la credibilidad de los mismos. El sheriff que acompaña al sacerdote no sólo está encarnado por un mal actor, sino que ni él se cree las frases que tiene que decir. Estas carencias pretenden pasar desapercibidas en un envoltorio sobresaliente, con una estética muy lograda pero a veces demasiado volcada en el efectismo, la pose y la estampa de instantánea para póster.
Ello no quita que el relato sea entretenido y se dé a conocer un mundo con unas reglas muy concretas, creíbles dentro del contexto y sólidas en su cimiento. Aprendemos varias cosas interesantes acerca de los vampiros y la lucha contra su especie: cómo viven, lo ajenos que son al glamour de otros relatos del género, cómo crean siervos para que les hagan los recados diurnos y cómo conspiran para acabar con la humanidad. 'El sicario de Dios' pretende ser una historia de rebelión contra una autoridad cegada por el miedo, que prefiere fingir que no pasa nada a afrontar los peligros, pero se queda en un mero producto palomitero y una oportunidad aprovechada a medias. Entretenida sin duda, de cadencia bien establecida pero sumamente discreta. Eso sí, amenaza con segunda parte, aunque dudo que llegue a producirse.
Ah, y Karl Urban para olvidarlo. No se lo tengáis en cuenta.