Los pingüinos del Sr. Popper supone la vuelta a la comedia de Jim Carrey tras los extraños experimentos de Phillip Morris ¡Te quiero! y Cuento de navidad. Se trata de una cinta bastante divertida aunque previsible, y a pesar de su tono infantil/familiar, entretiene al espectador independientemente de su edad. Por desgracia Jim Carrey no hace tanto el payaso como a mi me gustaría. Puede que parezca una chorrada, pero es que a mí el cuerpo me pedía mas sesión de muecas extravagantes de este gran actor.
Demasiado simple aunque no adecuada para niños pequeños. Da la impresión de que se quedan muchas cosas en el tintero o que los pingüinos no te caen tan simpáticos como debieran. Sin embargo el mensaje es claro y positivo.