Crítica de SensaCine.com para Los pingüinos del Sr. Poper: Aventuras árticas en la gran ciudad

A pesar de que cada vez son menos las películas confeccionadas a medida del genio cómico y gesticulante de Jim Carrey, todavía hay productos que se siguen haciendo específicamente para que el actor pueda lucirse sacando a relucir toda su batería de espasmos y humor eminentemente físico. En esta ocasión se trata de una adaptación de una obra infantil clásica (de los años treinta) considerada como uno de los libros más populares de los Estados Unidos, que ahora se actualiza introduciéndose en la sociedad neoyorkina del momento.

Mark Waters dirige este simpático cuento sobre un hombre de éxito que de pronto tendrá que hacerse cargo de un montón de pingüinos enviados desde el Polo Norte. ¿Cómo conseguir compaginar la vida profesional, personal con... ser el papá de toda esa tropa? A pesar de lo ingenuo del argumento, la película termina siendo más divertida de lo esperado, tanto gracias a Jim Carrey como a la simpatía innata de los animales.

A favor: Las escenas en el piso de Carrey son realmente divertidas.

En contra: Que no da para mucho más que para pasar un buen rato.