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Un visitante
2,0
Publicada el 10 de agosto de 2010
Hirozaku Kore-Eda sustituye los robots por plástico y aire. "Soy una muñeca hinchable, un sustitutivo para aliviar el apetito sexual." Eso es lo que dice Nozomi, una muñeca que milagrosamente un día obtiene cuerpo y alma, y se convierte en una persona con sentidos y sentimientos. Gracias a Junichi, aprende a vivir, y aprende a amar y a ser amada. Una triste, pero cariñosa historia en la que Nozomi descubre una nueva vida, mejor dicho, descubre la vida que no tenía. Con este ejemplo Hirozaku Kore-Eda nos cuenta la historia de ese gran enemigo para muchas personas, La Soledad. Unos lo combaten con comida, otros con bebida, el sexo autocomplaciente para otros. Toda persona que se encuentra en soledad debe encontrar un escape de salida con el que sacar de dentro el malestar que provoca estar solo. Una película melancólica de dos horas que podría reducirse en media hora menos. Como detalle curioso, en los últimos minutos de la película aparece un botella de Cruzcampo en la basura ;D
5.253 usuarios
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3,0
Publicada el 10 de agosto de 2010
He de decir que me espereaba algo más, quizás después de tanta expectativa creada por mi parte, pero aún así me gustó mucho la fotografía, ese trato a las imágenes, de ir cada vez haciendo la fotografía o más central, o más pequeña, la melodía de la música tambien es muy pegadiza. Trata muchos temas, la soledad en muchos ámbitos, personales, laborales y demás ambitos que nos rodean en la vida moderna. Me gusta cómo trata el tema de cómo se puede uno sentir discriminado en el trabajo por una persona más joven, va introduciendo poco a poco muchos personajes que le enseñan mucho al personaje principal y viceversa. Cuánto nos gustaría a muchos no tener corazón y no sufrir en esta vida, pero como siempre estamos hablando de ficción y no de realidad, cuando el personaje vuelve a la cruda realidad sufre como el resto de los mortales.
Una pena que este tipo de cine sea tan minoritario y en algunos sitios ni si quiera se pueda disfrutar por falta de difusión en las salas. Koreeda hace un retrato de la soledad, del amor y del dolor a través de un cuento mágico centrado en las vivencias de una muñeca hinchable que consigue un corazón para poder experimentar las cosas básicas de la vida. Una mezcla de visión metafísica y planteamiento naïf, siempre con un tono positivo, acompañado por la música del francés Yann Tiersen que representa a la perfección el espíritu de la película y de su personaje principal, Nozomi (interpretado por una magnífica Bae Duna, que realmente parece ella misma hecha de plástico). En cuanto a la realización, una fotografía muy cuidada y un movimiento perpetuo de la cámara que hace que hace fluir la película. La única pega es que se puede hacer un poco larga por momentos... pero merece la pena darle una oportunidad si se quiere ver algo diferente y alegre (en su mayoría, eso sí, que también tiene toques dramáticos).