El director, Chuan Lu, comenzó a recibir amenzazas de muerte por internet debido a la controversia que causó la película en su país de orígen, China. El motivo principal fue el personaje del soldado japones que tenía un carácter simpático y afable, hecho que no gustó a la mayoría del público.
En 2009, la película consiguió la Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.