Paraísos artificiales
por Virginia MontesLa fiebre del cine de artes marciales oriental comenzó a llegar a los Estados Unidos a mediados de los años noventa. Directores como John Woo se trasladaron a rodar allí, mientras que algunas estrellas como Jet Li, empezaban a hacer sus primeras aproximaciones fuera de la órbita del cine de Hong Kong.
El caso de Mark Dacascos era un poco diferente. No era oriental, sino procedente de Hawaii, pero sus rasgos podía confundirlo con un asiático, razón por la que se le utilizó en numerosas ocasiones como el elemento exótico de la película. Y en 'Crying Freeman: Los paraísos perdidos', tuvo su gran oportunidad, en esta adaptación del manga del mismo nombre que narraba las aventuras de un misterioso guerrero perteneciente a un culto ancestral que lloraba cuando mataba.
Sin embargo, la película, aunque gozó de cierta repercusión en su momento, era un thriller demasiado confuso, repleto de referencias orientales y occidentales que conforman tal mezcla que resultaba indigesta.
A favor: Las escenas de acción estaban bien rodadas.
En contra: Se ha quedado muy antigua.