Ya se ha cumplido el primer aniversario desde que su hermano perdiera la vida. Rob decide visitar a sus padres para estar junto a ellos en estos difíciles momentos, a pesar de que la relación con su progenitor no es del todo positiva debido a que éste no deja de darle vueltas al fallecimiento de su hijo. Entonces la madre decide tomar las riendas en el asunto y tratar de solucionar las diferencias existentes entre ambos varones, aunque este hecho no hará más que acrecentar el conflicto que surgió cuando tuvo lugar el trágico acontecimiento.
Los gestos, las miradas y los silencios incómodos tendrán una gran importancia en el desarrollo del filme, claro síntoma de la tensión palpable en el complicado vínculo paterno-filial que mantienen los protagonistas de la historia. Aun así, los dos se acaban dando cuenta de que su disputa no lleva a ningún lado y deciden concederse una tregua para hacer que la convivencia sea más llevadera dentro de su hogar. La figura de la mujer será fundamental para conseguir que vuelvan a ser una auténtica familia unida.