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    Arthur Christmas: Operación regalo
    Críticas
    3,5
    Buena
    Arthur Christmas: Operación regalo

    ¡Feliz (y ácida) Navidad!

    por Mario Santiago

    A primera vista, 'Arthur Christmas: Operación regalo' podría parecer otra simplecomedia animada diseñada para avivar (y amortizar en taquilla) el espíritu familiar delas fiestas que ya se aproximan: una nueva fabulación satírica del imaginario navideño.Y, no nos engañemos, esta producción en 3D tiene algo de todo eso; aunque tambiénincorpora felizmente unas cuantas anomalías a tener en cuenta. De partida, se tratade una producción de Aardman Animation (en colaboración con Sony Pictures), elestudio de Wallace y Gromit, las criaturas de plastelina más pintorescas y carismáticasde la animación stop-motion. En su encomiable trayectoria artística, marcada poruna intachable defensa del valor artesanal de la animación, Aardman ha trabajadosobre dos líneas bien definidas: el juego con los patrones de género (estrategia quealcanzó su cenit con 'Chicken Run: Evasión en la granja') y la apelación a un humorácido, muy británico, ocasionalmente incorrecto. Estas constantes vuelven a emergeren 'Arthur Christmas' (segunda incursión del estudio en la animación digital, despuésde 'Ratónpolis'), donde el subgénero a diseccionar es justamente la comedia navideña,que aquí aparece aliñada con unos buenos brochazos de iconografía bélica y de cine deaventuras.

    Por su parte, el sarcástico humor british brilla por su omnipresencia en cada giro deguión y en la topología y comportamiento de cada personaje (también en el acento,aportado por popes de la comedia como Hugh "House" Laurie o Bill Nighy). Paracomprobar la contundencia heterodoxa del humor de la película resulta ilustrativofijarse en el personaje del Abuelo Santa, un viejete amargado que ansía reivindicarsu antiguo reinado (personaje que, además, vehiculará el conflicto central entretradición y modernidad). Lejos del educado resentimiento de un personaje como elCarl Fredricksen de 'Up' de Pixar, el abuelo de 'Arthur Christmas' es una criaturaverdaderamente avinagrada y salvaje: el tratamiento de la senilidad en la película es tanincorrecto como los ocasionales chistes machistas o la cruda exposición de los recelospaterno-filiales; esta familia Santa no tiene nada que envidiar a los disfuncionales clanesde Shakespeare. Una inclemente y sugerente avalancha humorística que tiene su origenen el guión de Peter Baynham y Sarah Smith (también directora del filme), en cuyoscurrículums figuran colaboraciones con los ilustres, modernos y mordaces ArmandoIanucci, Chris Morris o Sacha Baron Cohen.

    Además, para el crédito del sello Aardman, la película despliega un interesantechoque visual entre la parafernalia propia de la tecnología punta (en clave militarista)y los ingenios mecánicos que hicieron célebre a la compañía: una batalla entre elpragmatismo y el idealismo en la que se divisa una tregua posible. Un diálogo quepodría llegar a entenderse, en clave metalingüística, como una vía para la fusión delos imaginarios de la animación digital y tradicional. Finalmente, entre guiños a 'StarTrek', 'Star Wars' y a la propia Aardman (ese elfo narigudo que ajusta los rieles deuna vía de tren eléctrico subido en una locomotora de juguete: como el Gromit de 'TheWrong Trousers'), 'Arthur Christmas' termina funcionando como un entrañable filmenavideño, pero también como un eficaz y nada complaciente entretenimiento paraadultos.

    A favor: El carrusel visual y narrativo del tercer acto.

    En contra: El apocado, algo neurótico y timorato Arthur puede resultar un pococargante.

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