Llega a la cartelera Deadpool, una nueva película de superhéroes que podemos considerar un spin-off de la Saga X-Men, siendo la octava entrega de esta franquicia. Está basada en los cómics de Marvel, relativamente recientes pues aparecieron por primera vez en 1991, creados por el dibujante Rob Liefeld y el escritor Fabian Nicieza. Deadpool se estrenó la semana pasada en Estados Unidos y ya ha batido varios récord de taquilla como ser el mejor estreno de 20th Century Fox en toda su historia, lo que implica ser la mejor de la Saga X-Men, en su primer fin de semana recaudó 135 millones de dólares, es la de mayor recaudación de calificación R (película para adultos), la mejor de las protagonizadas por Ryan Reynolds, el mejor estreno del mes de febrero (superando a Cincuenta sombras de Grey) y también el mayor éxito de un director debutante como es Tim Miller. A partir de aquí intentaré no hacer spoilers, pero no prometo nada.
[...] Sorpresa es la palabra que mejor define esta película, sorprendente el guion, también el personaje y sorprendente la elección de Ryan Reynolds para interpretarlo después del fiasco que fue Linterna Verde (2011), aunque los seguidores de la Saga X-Men recordaran que Reynolds ya a apreció en X-Men orígenes: Lobezno (2009) interpretando a Wade Wilson. Tengo una extraña relación de amor odio con Ryan Reynolds, me parece un actor muy soso pero tiene buen ojo para elegir sus proyectos (casi siempre) y sus películas resultan entretenidas, una vez vista Deadpool no se me ocurre otro actor mejor para el papel, el personaje es hilarante, se muestra muy seguro de sí mismo y parece estar de vuelta de todo, pero en el fondo es un poco moñas y se queda desarmado cuando se enamora. Lo que hace después no es por instinto de supervivencia, sino por estar con ella libre de la enfermedad.
Morena Baccarin (la mujer de Brody en Homeland) es Vanessa, la novia, hay muy buena química entre los dos gracias a una atípica trama romántica bien desarrollada. Ed Skrein (Daario Naharis en Juego de Tronos) es el villano de la historia, una especie de científico loco/mercenario que no siente empatía ni compasión y que es el responsable de que Deadpool tenga que ocultar su rostro bajo una máscara. La antigua luchadora Gina Carano (Indomable) es Ángel, el ayudante de Ajax y una mutante de pocas palabras y una fuerza increíble. Brianna Hildebrand debuta en el cine con este personaje de mutante adolescente algo “emo” que se llama Cabeza Nuclear Negasónica Adolescente (Negasonic Teenage Warhead) y el otro X-Men que aparece es Coloso, recreado por CGI a partir de la captura de movimiento del actor Andre Tricoteux. T.J. Miller (Silicon Valley) es el mejor amigo de Wade y uno de los personajes más graciosos junto al protagonista con el que tiene escenas muy divertidas. En cuanto a los cameos, el habitual de Stan Lee que esta vez es el DJ del club de striptease y Rob Liefeld, el creador de Deadpool, que es un cliente en la tienda de tatuajes.
Deadpool no es superhéroe convencional, es un bocazas que suele pasarse de listo y eso hace que la película funcione muy bien pues es fresca, a ratos salvaje y muy, muy divertida. Una de sus características (ya lo hacía en los cómics) es la ruptura de la cuarta pared, mirar directamente a cámara y hablar a los espectadores, en cualquier momento ya sea sentado en le sofá o en plena lucha, con comentarios que siempre os sacarán una sonrisa. Me ha gustado especialmente el montaje desordenado y trepidante que mezcla escenas del presente con Wade Wilson ya convertido en Deadpool y luchando contra su archienemigo, con escenas del pasado que nos muestran el proceso que le llevó a convertirse en un superhéroe. Así la historia va avanzando a la vez que vemos como el personaje ha llegado al punto en el que está, sin tener que esperar más de una hora a que empiece lo bueno como pasa en otras cintas de este tipo.
Son especialmente divertidas todas las alusiones y referencias a la cultura pop de los últimos años como a la banda ochentera Wham!, al parecido de Cabeza Nuclear Negasónica Adolescente con la cantante Sinéad O’Connor, a Liam Neeson y sus problemas familiares en Venganza, un spoiler de 127 horas, Las chicas de oro, Mr. Magoo, Matrix, Blade, Notting Hill o El padrino, por citar algunas. Muchas referencias a Hugh Jackman y Lobezno, tal vez porque es la primera película de la Saga X-Men donde no aparece Jackman, (físicamente, porque su cara si la vemos un par de veces). Divertidas alusiones a Linterna Verde, a los dos profesor Xavier (Stewart y McAvoy), a los problemas de dinero del estudio por no tener presupuesto para contratar más mutantes, o ese reloj de Hora de aventuras que lleva Deadpool parecido al de Tony Stark en Iron Man 3.
Ya sabéis que las películas de Marvel tienen escena post créditos y esta no es una excepción, la escena aparece al final de todos los títulos de crédito y no aporta nada a la trama, ni cuenta con apariciones sorprendentes, ni anticipa nuevas entregas (o quizá si), como bien nos explica Deadpool. Está más bien en la línea de la escena post créditos de Todo en un día, (de hecho se parecen bastante) y es tan divertida que merece la pena la espera, creedme. Por cierto, que los títulos de crédito iniciales tampoco tienen desperdicio y son toda una declaración de intenciones de lo que estamos a punto de ver, en lugar de los nombres del director y los protagonistas podemos leer frases como “un tipo creado por CGI”, “un cameo absurdo”, “un pibón”, o que los guionistas son los auténticos héroes.
Divertidos y ágiles diálogos, mucha acción, desnudos gratuitos, excesiva violencia y algo de gore para una visión frívola, irreverente e hilarante del mundo de los superhéroes. Recordad que no es una película para niños.