Sadismo sucio
por Beatriz MartínezLa estética sucia y malsana dentro del cine de terror, la vertiente más salvaje yagresiva, se instauró a principios de los 2000 gracias al cine japonés más extremo.La radicalización del estilo de Takashi Miike y la exportación de su cine a Occidentepermitió que el género de terror, que había pasado por una época descafeinada, se tiñerade vísceras, sangre y truculencia, rememorando los más felices años setenta dondese perfiló la figura mitológica del psicópata carnicero made in la América profunda.La estética del dolor comenzó a calar en el imaginario pesadillesco tanto a un ladocomo otro del Atlántico. En Francia, gracias a su propia tradición cinematográfica,surgieron una serie de directores radicales que utilizaban el cuerpo y su tortura comouna expresión liberadora (desde Alexander Aja a Pascal Laugier, Bruno Dumont oGaspar Noé), mientras que en Estados Unidos se pasaba del terror para adolescentes adosis más potentes de terror mezclado con sadismo. Tanto 'Saw' (2004) como 'Hostel'se convirtieron en los buques insignia de esta nueva revalorización del "torture porn"y a partir de ese momento proliferaron las muestras más variadas y salvajes de cineautodestructivo que parecía convertirse en revulsivo de la etapa reaccionaria por la queestaba pasando el país durante el mandato de George Bush.
'The Collector' se sitúa como una de las obras más tardías del movimiento, pero nopor eso menos representativa. De hecho, su director, Marcus Dunstan, fue el guionistade buena parte de las entregas de la saga 'Saw', en las que ya comenzó a practicar suparticular sentido de la sutileza. Ahora debuta en solitario en este splatter al borde de loinsoportable, oscuro, sucio, dañino, en el que no hay escapatoria a la hora de encontrardetrás de cualquier puerta la muerte más desagradable que uno pueda esperar.
La acción se sitúa en una casa que acaba de ser reformada por una familia de claseacomodada. La primera noche que pasen en ella, serán acosados por un asesino enserie denominado "The Collector" y a partir de ese momento la casa de los sueños quehabían construido, se convertirá en la peor de sus pesadillas, en una trampa mortal sinescapatoria posible en la que serán cazados, martirizados, acuchillados y descuartizadossin piedad. En la América del aparente confort, todavía existen monstruos perversosque parecen reclamar su lugar en el mundo. Puede que se trate de una venganza declases, aunque sobre todo como único móvil se impone la locura: una locura que parecehaberse enraizado generando las más demenciales malformaciones morales que sepuedan imaginar. 'The Collector' apenas tiene argumento, es una máquina non stop debrutalidad, angustia y náusea. No tengo muy claras sus virtudes cinematográficas, perosi lo que quería era incomodar, hacía mucho que una película no lo conseguía de maneratan contundente.
A favor: Que no se anda con rodeos, es honesta dentro del demencial sentido de lalocura que genera.
En contra: Que en realidad pueda verse como una excusa para exhibir la violencia. ¿Esen realidad tan trasgresora como parece?