Crítica de SensaCine.com para Verso Sera: Rutinas interrumpidas

La realizadora romana Francesca Archibugi, que había debutado a los 28 años con Mignon è partita (Mignon vino a quedarse), dirigió dos años después Verso sera, su segunda película, también conocida en España bajo el título de Al anochecer. En su ópera prima había abordado el tema de la llegada de alguien "foráneo" que irrumpe en un núcleo familiar y perturba su dinámica habitual, aunque focalizándolo en el despertar adolescente. En Verso sera también es alguien "externo", pero familiar, quien viene a alterar la ordenada vida del protagonista.

Un veterano Marcello Mastroianni se mete magistralmente en la piel del profesor Bruschi, un experimentado docente especializado en la enseñanza de ruso que lleva una vida organizada entre la universidad y su orquesta (donde toca el cello), manteniendo a su vez sus ideales de una sociedad comunista. Repentinamente se plantan en su vida su nieta y, más tarde, su nuera Stella, bastante disgustada por el comportamiento y reciente ruptura acometida por el hijo de aquel. Bruschi verá así su vida trastocada, habrá de asumir nuevos roles e iniciará una relación inesperada con Stella. Archibugi, junto a Gloria Malatesta y Claudia Sbarigia, han compuesto un delicado guión que va presentando con sutileza a los protagonistas y los conflictos y relaciones que van generándose entre ellos en una historia que sabe también controlar con delicadeza el ritmo de un relato bajo el cual descansa un emocionante espíritu humanista.

A favor: Mastroianni, Bonnaire y el progresivo acercamiento y conocimiento entre sus personajes.

En contra: Algún subrayado melodramático de más.