El director, Rodrigo Cortés, afirma que el guión "estuvo dando vueltas por Holliwood" un año pero nadie quería producirlo. Esto se debe a que al estar rodada íntegramente en una caja todos pensaban que era imposible de rodar. Finalmente se lo pasaron para saber su opinión y Cortés asumió el reto de hacerse con la dirección.
El protagonista de la película, Ryan Reynols, se curó de la claustrofobia tras pasar 17 días rodando en un ataúd.