Crítica de SensaCine.com para En sus manos: Síndrome de Estocolmo, la película

Frente a otras películas recientes que han tratado el tema del secuestro, ya sea desde la óptica del género de terror —como 'Captivity' (Roland Joffé, 2007)—, de las pretensiones autorales removedoras de conciencias —como 'Michael' (Markus Schleinzer, 2011)— o todo ello junto —como 'Chained' (Jennifer Chambers Lynch, 2012)—, la película dirigida por Lola Doillon ya destaca desde sus primeros compases por una sinceridad y voluntad para ir de frente que brilla por su ausencia en los anteriores ejemplos.

Su giro sobre la habitual dinámica de una película de secuestros radica en apostar por una exploración profunda del síndrome de Estocolmo (o la vinculación afectiva que puede empezar a sentir la víctima hacia quien la retiene contra su voluntad) y, así, en la obsesión de la doctora interpretada por Kristin Scott Thomas (soberbia en su línea habitual) frente a su captor Pio Marmaï. Las distintas fases de la relación con distintos matices de poder que surge entre ellos estructura toda la narración, que consigue sus mejores momentos al trasladar la desorientación temporal de la prisionera durante el cautiverio y está a punto de saltar por la borda durante los compases finales pero sabe mantenerse.

A favor: Su concisión y elegancia narrativa.

En contra: El plan original del secuestrador nunca termina de tener mucho sentido.