Crítica de SensaCine.com para Vidas al límite: Entre poetas

La realizadora polaca Agnieszka Holland, tras el éxito cosechado con filmes precedentes como Europa, Europa o El jardín secreto, un drama histórico en el primer caso y un drama fantástico más dirigido al público infantil en el segundo, se atrevió en 1995 con una película de carácter biográfico que se inspiraba en las existencias de dos de los poetas franceses más célebres, a la par que malditos, Paul Verlaine y Arthur Rimbaud, y la relación que ambos entablaron al conocerse en la Francia del siglo XIX.

Aunque la película sí que se esmera en capturar el encuentro entre los dos, su aproximación, el proceso de acogida del joven y arrogante Rimbaud por parte del más maduro Verlaine y su esposa, pese a la diferencia de edad entre ambos, no logra levantar demasiado el vuelo. Se centra casi en exclusiva en la relación sentimental entre ambos y obvia la labor literaria. David Thewlis como Verlaine no acaba de convencer. Destaca, eso sí, la caracterización que un también joven Leonardo DiCaprio hace de Rimbaud. No alcanza Holland un equilibrio narrativo y todo lo plantea de un modo excesivamente afectado.

A favor: DiCaprio.

En contra: Pese al interesante material de partida, la opción narrativa y estética resulta bastante anodina y muy poco poética.