"Fargo" es una comedia negra dirigida por los hermanos Coen. La clave del porqué la cinta funciona bastante bien, en mi opinión, está en la decisión de Joel y Ethan Coen de escribir la trama en función de sus actores protagonistas. Ciertamente, los señalan en el prólogo que este film se basa en hechos reales, ocurridos supuestamente en Minnesota en 1987, pero no cabe duda alguna que la estructura de los personajes se acompla de manera notable especialmente en los personajes de cuestionada ética, que vienen siendo los más interesantes y claramente inolvidables, como son el par de criminales Carl Showalter y Gaear Grimsrud, encarnados por unos inspirados Steve Buscemi y Peter Stormare. Y claro, se puede decir que la historia es real y morbosamente increíble, pero no se puede dejar de lado que lo es principalmente porque tiene el acierto de escribir personajes crueles, divertidos y desgraciados como pocos, que por supuesto recuerdan a los sórdidos personajes creados por Quentin Tarantino.
Así, el guión reunirá una efectiva combinación de géneros, como el thriller, la comedia negra, el noir y neo-noir de los 90s, teniendo evidentes influencias de “Reservoir Dogs” y “Pulp Fiction" principalmente. En él, un desgraciado y apocado vendedor de automóviles, que suele ser humillado por su suegro millonario, planea el secuestro de su esposa contratando a dos criminales, supuestamente recomendados por su mecánico, y así poder cobrar el dinero del rescate y concretar un negocio que el miserable de su suegro planea robarle, en lugar de prestarle dinero. Pero claramente los elementos más interesantes y simbólicos del filme, se encontrarán en su particular exposición de la realidad, entendiéndose como un conjunto de circunstancias temporales y espaciales fortuitas o por voluntaria incidencia enfrentándose a las pretensiones y planificaciones de sus protagonistas, con Jerry como emblema de esa frustración oculta en el vendedor de automóviles que debe regalar siempre una sonrisa y que trabaja para el abusivo sistema, del cual también forma parte su suegro, quien representa al poderoso párasito que se beneficia de la clase media especialmente. De la misma forma, la decisión de Jerry de “acortar” el camino hacia el éxito representa el derecho del ciudadano de vengarse del abuso y hegemonía del sistema social implantado por los poderosos, en donde se intenta justificar los actos en base a empates éticos.
Otro de los puntos a favor de la cinta es su fotografía, la cual se define principalmente en base a postales exteriores nubladas para reflejar el estado de ánimo de los personajes y con un irónico e inmaculado blanco nevado en especial en las escenas de violencia, que bien vale decir fue recreado artificialmente porque ese invierno fue uno de los menos fríos y nevados en Minnesota. Las escenas de la nieve, en particular, constituyen una de las mejores postales del film, en especial en el encuentro del dúo criminal con el policía motorizado y el epílogo que, aunque deslavado, como prácticamente todos los finales de las películas de los Coen, da cuenta de la belleza del paisaje invernal de Dakota del Norte y Minnesota. La ambientación es espectacular, es increíble la facilidad con la consigue transmitir esa sensación de frío. Todo muy sobrio y en su justa medida. La banda sonora estuvo a cargo de Carter Burwell, habitual colaborador de los Coen, que ofrece una correcta combinación de canciones pop de los 60s y algunos elementos folclóricos escandinavos. Como anécdota, bien vale señalar que el mismísimo José Feliciano realiza un cameo en el club nocturno, en donde Carl y Gaear conocen dos chicas con las que terminan encamados.
Las actuaciones son realmente eficiente, encabezado por Steve Buscemi, Peter Stormare, William H. Macy y Frances McDormand, quien se quedó con el Oscar a la mejor actriz. Lo de Buscemi y Stormare es simplemente notable, una pareja dispareja cuyo único vínculo es el interés por el dinero, uno neurótico a más no poder y el otro siniestramente tranquilo, que son lo mejor a nivel interpretativo. Le sigue Emmy, William H. Macy como el fracasado Jerry, sometido por el estatus y el poder de su suegro, casado con una mujer que le recuerda a su esposo que su padre está por sobre cualquier cosa, papel interpretado por Kristin Rudrüd. Frances McDormand interpreta por su parte, a la oficial Marge Gunderson, un personaje catalogado por los fanáticos de esta película como excepcional, y que a mi parecer no es para tanto, si bien tiene una performance correcta. Más odiosos y por tanto interesantes se muestran John Carroll Lynch, como el exasperante esposo de Marge, Norm Gunderson. Harve Presnell como el pedante suegro de Jerry, Wade Gustafson. Y Steve Reevis, como el frío Shep Proudfoot.
En definitiva, es probablemente la mejor película de los hermanos Coen, entretenida, cruel, desvergonzada, lógica y divertida. A pesar de un final simplón, pero que da cuenta de una forma muy particular e inteligente de jugar con el sarcasmo y la ironía. Cruel reflejo de una sociedad consumista y putrefacta por el dinero, donde los valores quedan relegados a la sombra del poder adquisitivo y donde reina la hipocresía. Humor absurdo pero inteligente... Muy bien trabajado el lenguaje corporal de los actores para conseguir ese efecto del absurdo-cómico.