Veronica Lake llevaba un peinado muy característico, cubriendo su ojo derecho. Esto causó tendencia y muchas mujeres la imitaron, incluyendo las que trabajaban en fábricas durante la guerra, de manera que su pelo se quedaba atascado en la maquinaria. Cuando la guerra acabó, a Lake le pidieron que cambiara su estilo, y cuando lo hizo, su popularidad cayó en picado.
Muchas escenas se tuvieron que volver a grabar debido a la mala conducta de Veronica Lake. Fredric March, su compañero protagonista, la encontraba especialmente insoportable, mientras que otros miembros del reparto también la tenían en baja estima.
Veronica Lake y Fredric March no se caían bien, en parte por algunas declaraciones que él hizo sobre ella. Por esto, a menudo se gastaban bromas pesadas de mal gusto. March, tras todas las malas pasadas que le gastaba, dijo que la película para él se llamaba "Me casé con una puta".
Joel McCrea fue fichado como protagonista en un principio, pero renunció al papel porque no quería volver a trabajar con Veronica Lake, su compañera en Los viajes de Sullivan.