"Abierto Hasta El Amanecer" es uno de los icónicos thrillers fantásticos de los 90s, herencia del cine de explotación estadounidense de los 70s, dirigido por Robert Rodríguez y protagonizado por George Clooney, Quentin Tarantino y Harvey Keitel.
A mediados de los 90s, luego de alcanzar la aclamación mundial con "Reservoir Dogs" (1992) y "Pulp Fiction" (1994) y el merecido reconocimiento con "El Mariachi" (1992) y "Desperado" (1995) respectivamente, Quentin Tarantino y Robert Rodríguez vuelven a reunir esfuerzos para beneplácito de los amantes de la violencia y el sarcasmo, pero más aún el Neo-Explotation, luego de su trabajo conjunto en la irregular "Four Rooms" (1995). Tarantino encontraba, así, tiempo y oportunidad para participar en un proyecto que rinde honor a uno de los para nada "ocultos" placeres culposos, el explotation estadounidense. Y es que sólo Quentin Tarantino podía darse el lujo de involucrarse, estando en plena cúspide de su carrera, en un proyecto tan desvergonzado y gamberro pero divertido como éste, que combina terror y explotation. Cualquier director en su lugar, claramente, hubiese rehuído de él por ser potencialmente peligroso para su nuevo estatus, pero Tarantino no sólo dará rienda suelta a su alma descarriada en un vigoroso y aceptable guión sino también será participe del elenco protagónico, encarnando lo que seguramente hubiese sido si no hubiera desarrollado una carrera cinematográfica: un perfecto y demente psicópata. Lo anterior nos lleva a destacar que "From Dusk Till Dawn" (1996) es claramente un explotation con temática vampírica y no una película de terror y acción, por lo que es un error considerarla una mera película de terror vampírico. Con una esencia netamente divertida y estimulante, se trata de una aventura con momentos realmente divertidos y mucho sarcasmo y humor negro, a partir de un guión de Tarantino que privilegia un tipo de violencia sarcástica y ácida, en donde lo brutal pasa a ser algo muy común, y hasta gracioso, y una dirección dinámica y de evidente fuerza visual por parte de Rodríguez.
A ciencia cierta, podríamos señalar que se trata de la mejor colaboración entre estos dementes y geniales directores, y una de las más celebradas al menos de los últimos 50 años, dinamita pura. El film se puede dividir en dos partes, una policial y otra más bien explotation, en donde se nota claramente la influencia de cada cual. El inicio de la cinta recuerda evidentemente a "Reservoir Dogs" (1992) y "Pulp Fiction" (1994) con dos criminales sicóticos en fuga, una familia monoparental secuestrada y una compleja e intimidante relación entre víctimas y victimarios en pos de salvar el pellejo de cada cual. No obstante, todo se genera a partir de la particular relación entre los hermanos Seth y Richie Gecko, en donde el primero, más racional, intenta controlar al bruto, sicótico y maniático sexual de su hermano, cuyos arranques los han llevado a estar una y otra vez en peligro de ser capturados por la policía. Las consecuencias de sus descerebradas acciones, los han obligado a tener que asesinar a más personas de lo previsto como efecto colateral o para evitar un mal mayor. Vale la pena detenerse en el hecho de que la violencia que retratan el binomio Rodriguez-Tarantino es abordada por medio de un referente social, en donde es la sociedad la que desquicia al hombre, convirtiéndolo en víctima de un círculo vicioso y que le condena descaradamente. Así, la situación violenta además de impactar visualmente, intenta llevar (a través de su realismo) al espectador a una reflexión que va más allá de la parafernalia de los balazos, su inagotable esencia coprolálica y coprofónica.
No obstante, al entuerto de esta compleja y fascinante relación fraternal, que obviamente es impredecible y he ahí su mayor plusvalía, hay que agregar la crisis de fe de Jacob Fuller y más aún la relación que lenta pero notablemente se va estableciendo entre los Gecko y los Fuller, que se pasea entre el Síndrome de Estocolmo y la tensión sexual entre Richie y Katherine. En su afán por mantener a salvo a sus hijos, Jacob utiliza la diplomacia para llevar de la mejor manera posible el secuestro con Seth, quien parece más racional para respetar las condiciones del plagio, de liberarlos una vez que hayan cruzado la frontera con México y realizado la operación de drogas. Ciertamente, se podría sostener que el nivel regular y sólido que consigue el film en su primera parte, con su lograda atmósfera tensa y violenta de sostenido ritmo, es evidencia de que fue dirigido por Tarantino (de lo que no hay certeza ya que no firma como director en los créditos) pero no cabe dudas al menos de las influencias tarantinianas en este segmento. Lo que nos lleva a la segunda parte, cuyo puente es la llegada de los Gecko y Fuller a la cantina "Titty Twister", en donde inmediatamente la influencia narrativa de Rodríguez se hace notar a partir de la increíble y desvergonzada puesta en escena del bar, tan vivaz y estereotipado como suelen ser las cantinas chicanas en la frontera entre Estados Unidos y México. Rodríguez no tiene el talento de Tarantino para narrar, pero suple esa desventaja con el espíritu descarado, lúdico y gamberro de su también particular forma de ver el cine, algo que a Tarantino le encanta, por cierto. Así de plano no tendrá el menor empacho a llevar al protagonista a un viaje surrealista de voluptuosas mujeres en topless paseándose entre filas de mirones alcoholizados, divas que danzan con pitones enroscadas en el cuello embobando al más indiferente entre los apáticos y rockeros desafinados, que terminan convirtiéndose en una horda de vampiros sedientes de sangre y muerte. Así, lo que parecía ser un nuevo y espectacular thriller pasa a ser un recital de gamberría y gore, con tripas y descuartizamientos por doquier, y la verdad es que, si es condescendiente, el espectador nunca se aburrirá, a pesar de los altibajos de ritmo.
Uno de los grandes artífices de que no nos aburramos a pesar de todo es el legendario efectista especial Tom Savini, el hombre detrás de las casquerías visuales de "Friday 13th" (1980) y "Day Of The Dead" (1985). Savini regala divertidos momentos en la matanza entre vampiros y humanos, con generosas muestras de sangre, descuartizamientos, decapitaciones y empalamientos varios que rinden culto a los increíbles efectos especiales de los 80s, y que en honor a la verdad se ven mucho mejor que los efectos especiales digitales de Robert Kurtzman que han envejecido bastante peor que los artesanales, que guardan su encanto. En lo que claramente Rodriguez queda al debe, es la estructura de los personajes que pululan en la segunda sección del film, entiéndase a los gamberros que deben hacer frenta a la horda de vampiros. Considerando que el guión fue firmado por Tarantino a partir del argumento de propio productor Robert Krutzman, parece más plausible que estos personajes no sean creación directa de Tarantino, pero eso no lo libera de la responsabilidad de no ofrecer algo mejor que los logrados caracteres de los Gecko y Fuller. Y es que a pesar de la sensualidad de Satánico Pandemonium y su icónico baile erótico, la desfachatez de Máquina Sexual, la fanfarronería de Frost y bravuconería de Razor Charlie, personajes que en realidad no transcienden la narrativa del film y son más bien anecdóticos. La banda sonora estuvo principalmente compuesta por una selección de blues texano como ZZ Top, Stevie Ray y Jimmie Vaughan. La banda de rock chicano Tito & Tarantula, que aparece en la cantina "Titty Twister" también hace sus aportes, mientras que el clásico "Dark Night" de Graeme Revell abre y cierra los créditos del film.
Las actuaciones son correctas, Rodriguez logra reunir, un reparto competente, encabezado por George Clooney, Quentin Tarantino y Harvey Keitel, y seguido por Juliette Lewis, Salma Hayek, Tom Savini y Danny Trejo. Clooney regala una de sus mejores interpretaciones como Seth Gecko, un tipo duro que tiene su propio código de honor, que lucha por controlar a un maniático Richie, su hermano, interpretado efectivamente por Tarantino, en una de sus poco habituales buenas performances como actor, y finalmente Harvey Keitel como el ex pastor Jacob Fuller, que se debate entre dejarse abrazar por una severa crisis de fe tras la muerte de su esposa y reaccionar al secuestro de los Gecko. Por su parte, el reparto secundario encontramos a la sensual Juliette Lewis como Katherine, la hija del ex pastor y objeto de deseo del degenerado Richie. Una Salma Hayek despampanante encarna a la reina vampira Satánico Pandemonium y que venía del gran drama "El Callejón De Los Milagros" (1994) de Jorge Fons. El mencionado y notable Tom Savini, en un papel ridículo pero eficiente. Y Danny Trejo como Razor Charlie, regente de la cantina "Titty Twister".
En definitiva, icónico thriller fantástico de los 90s, un espectáculo realmente entretenido a pesar de ser en la práctica una mezcolanza de géneros, que empieza muy bien y que logra suplir sus falencias narrativas en la segunda parte principalmente por su honesta propuesta gamberra y desfachatada, lo que la han convertido, con justicia o no, en una película de culto. Ganó varios premios, entre ellos al Mejor Actor por George Clooney en los Fangoria Chainsaw Awards, MTV Movie Awards y los Saturn Awards. También en los Saturn Awards, se le premió como la Mejor Película de horror, además de otras nominaciones al Mejor Maquillaje, Mejor Director, Mejor Actor y Actriz de Reparto y Mejor Guión.
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