Una película tétrica, misteriosa y tensa, cumple con lo que ofrece el cine Giallo. Sin embargo, su ambición intensa por impactar y atemorizar provoca que deje de lado otros aspectos importantes, como el arco argumentativo de los personajes y la fotografía, Es una película efectista sin dudas, pero no lo logra los niveles de seducción que han alcanzado otras obras del género como Suspiria (1977).