Picaresca con acento británico
por Eulàlia IglesiasEstrenada en esa época en que la comedia británica había vuelto al ruedo internacional gracias a títulos como 'Cuatro bodas y un funeral', 'Shooting Fish' intentó ofrecer un producto más en la tradición de las películas de la Ealing pero actualizado para esa nueva generación de jóvenes que prefería el brit-pop a Wet Wet Wet.
Stephan Schwartz (un director con mayor éxito en la televisión: ha realizado episodios para series como 'Luther' o 'Dexter) consiguió hacer creíble y aportar encanto a la historia de dos huérfanos que practican la picaresca con una filosofía propia de Robin Hood. Roban a los ricos para dárselo a los pobres más cercanos: ellos mismos. Una joven y fresca Kate Beckinsale aportaba el ineludible elemento romántico. Tan irregular como simpática, 'Shooting Fish' intentaba al menos escapar de las tendencias imperantes en el cine británico de la época: el realismo social y la comedia romántica con Hugh Grant de protagonista.
A favor: el gasómetro convertido en residencia por los dos protagonistas.
En contra: el peaje sentimental.