Crítica de SensaCine.com para Uno de dos: Dos viejas glorias y una joven actriz

Patrice Leconte intentó en 1998 con Uno de dos no solo juntar a dos glorias de la cinematografía francesa, Alain Delon y Jean-Paul Belmondo, en una misma película, sino también recrear cierto cine en el que ambos se vieron involucrados durante la década de los setenta y los ochenta: el thriller con toques de comedia y de aventura, es decir, una trama criminal pero sin ser demasiado severa y dejando al espectador respirar gracias a algunas dosis de humor y, muy pocas, de elementos más dramáticos, aunque sin caer como decíamos en una seriedad absoluta, gracias a la introducción del personaje de la joven interpretada por Vanessa Paradis y que intenta saber cuál de esos dos hombres es su padre biológico.

Y así, Uno de dos se alza como una medianía entretenida con buenas dosis de todos sus elementos pero sin conseguir que todos ellos estén lo suficientemente conectados como para sustentar una película a mayor gloria de dos actores que no pasaban por su mejor momento. Teniendo en cuenta que Leconte es un director irregular pero interesante, resulta triste ver su labor en esta película reducida a un simple trabajo sin pulso y sin gracia.

A favor: A pesar de todo, ver a Delon y Belmondo.

En contra: Que la película no posee chispa, gracia.