Roma pagana, año 37 d.C. A punto de terminar el reinado del frágil emperador Tiberio, que padecía sífilis y estaba medio loco, el príncipe Cayo Augusto Germánico, también conocido como Calígula, llega al palacio del pecado del demente gobernante en la isla de Capri. Tras el asesinato del postrado Tiberio, Calígula se convierte en el nuevo emperador, y proclama a Julia Drusila, su amada hermana y amante, como su igual, para gran disgusto del Senado romano. Cuando el peligroso megalómano Calígula se declara a sí mismo Dios, comienza un reinado de cuatro años de depravación y terror, traicionando alianzas, destruyendo virginidades y eliminando a la competencia mediante torturas y ejecuciones.
La actriz Helen Mirren describió esta película como “una mezcla irresistible de arte y genitales”. Aunque muchos actores lamentaron haber participado en ella, Mirren se ha mostrado orgullosa de su papel como “la mujer más promiscua de toda Roma”, ya que creía que el cine europeo se estaba convirtiendo en un punto de referencia en libertades sexuales, y “era el momento de hacer desnudos”. Sin embargo, quedó sorprendida con el metraje "hardcore", una versión con sexo explícito que se montó en Australia con una duración de 156 minutos, clasificada X, y que incluye escenas de masturbación, lesbianismo, fisting, “castración”, escenas gráficas de apuñalamiento, primeros planos de genitales, y tomas de bebés siendo alimentados a través de biberones con forma fálica.